Pasamos más de un tercio de nuestra vida sobre el colchón y, con el uso diario y el paso del tiempo, el colchón se puede deteriorar más de lo deseado. Para garantizar su higiene y confort y para alargar la vida útil de nuestro colchón, es fundamental hacerle un buen mantenimiento y protegerlo de golpes, polvo, humedades y manchas. El colchón debe girarse para evitar que se deforme, airearse y limpiarse a menudo pero también debemos protegerlo con fundas y protectores.
Muchas veces no sabemos las diferencias entre fundas y protectores de colchón, y si es más conveniente poner una cosa u otra, yo siempre recomiendo poner ambas cosas, para una mayor conservación del colchón.
Las fundas de colchón, van con cremallera, en ellas se introduce el colchón entero, nos protege el colchón de polvo y humedad tanto por la parte de arriba como por la parte de abajo.
Los protectores nos ayudan a mantener el colchón a salvo de posibles accidentes, cosa que solo con la funda no lo lograríamos.Solo cubren la parte de arriba del colchón, se colocan como una sábana adaptable que lleva una goma a todo alrededor.
Dentro de la gama de protectores, que es muy amplia, los podemos encontrar con lámina de pvc, (evita que pasen los líquidos y demás manchas ), o sin ella; Los primeros, están recomendados sobretodo en las camas de niños y ancianos.
