Si tienes un alojamiento turístico —ya sea una casa rural, un apartamento o un pequeño hotel— sabes que los detalles marcan la diferencia. Las toallas, aunque parezcan un elemento menor, influyen mucho en la experiencia del huésped. Aquí te contamos los errores más frecuentes al elegirlas y cómo evitarlos.
1. Elegir toallas bonitas que no secan
Muchas veces se prioriza la estética para que las fotos del alojamiento se vean bien. Sin embargo, si las toallas no cumplen su función principal —secar—, los huéspedes lo notan. Siempre da prioridad a la calidad del tejido y su capacidad de absorción.
2. Comprar toallas de gramaje bajo
Una toalla con poco gramaje (menos de 400 g/m²) se siente delgada, se desgasta antes y transmite una imagen de baja calidad. Invierte en toallas más densas que resistan el uso continuado y los lavados frecuentes.
3. No tener suficientes recambios
Ofrecer una sola toalla por huésped es un error habitual. Es recomendable tener al menos dos juegos por persona para cubrir estancias largas, emergencias o cambios inesperados.
4. Usar suavizante en cada lavado
Aunque el suavizante deja las toallas agradables al tacto, reduce su poder de absorción con el tiempo. Lo ideal es usar un buen detergente y, ocasionalmente, vinagre blanco para mantenerlas suaves y funcionales.
5. No cuidar el color
Las toallas de colores intensos pueden desteñir o manchar otras prendas. Las blancas, en cambio, son más fáciles de mantener, se pueden desinfectar mejor y proyectan una imagen de limpieza.
✨ Tip extra:
Personaliza las toallas con un bordado discreto. Aportará un toque profesional y elegante sin suponer un gran coste.
